La quimica en el sexo
La quimica también interviene cuando la persona se siente atraída sexualmente por otra. Su cerebro envía una señal química a la hipófisis, provocando la liberación de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona, por ejemplo). En consecuencia la respiración aumenta 30 ciclos por minuto, la sangre se "alborota" y acumula en sitios como los labios, las mejillas, la vagina y el pene, facilitando la excitación.
El rítmo cardiaco aumenta hasta 100 pulsaciones por minuto, los pezones se ponen firmes y la glándula del timo segrega timina en mayor cantidad elevando el estado de ánimo.
Una relación sentimental donde el factor pasión es preponderante, dura entre los 90 y 180 días como máximo.
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